Inicialmente, los romanos, que se distinguían por su carácter muy práctico, no concedían mucha importancia al arte. Después de la conquista de Grecia, los artistas griegos fueron llamados a Roma para trabajar y enseñar. Este contacto familiarizó a la aristocracia romana con todas las obras de arte griegas a través de copias de obras de artistas griegos. Roma se adornó con magníficos monumentos y se convirtió en la principal ciudad artística de todo el Imperio.
ARQUITECTURA
Hay una notable tendencia a la grandiosidad y riqueza que contrastan con el sentido del equilibrio y sencillez de la arquitectura griega.
La necesidad de construir edificios con funciones muy determinadas, debido a sus necesidades comerciales y civiles, hicieron que el arquitecto fuera más un ingeniero que un artista.
La arquitectura civil fue más importante que la religiosa, y es donde el arte romano creó sus modelos.
Para sus necesidades religiosas, adaptaron el modelo de un templo griego a plantas rectangulares y circulares. El más importante de ellos es el Panteón Romano, máximo representante de la arquitectura religiosa romana. Siguieron también el modelo griego en algunos de los edificios para espectáculos, como el teatro y el estadio, circo para los romanos.
En el centro de las ciudades se construyeron unos edificios destinados a cubrir las necesidades derivadas de la intensa actividad comercial y pública (la basílica, el foro, las termas). Su afición a los espectáculos públicos se refleja en la diversidad de edificios construidos con esta intención. El teatro, el circo y el anfiteatro (éste de creación romana) cubrieron todas las actividades de diversión. La casa también fue importante. Su gusto por el espacio y la comodidad dio lugar a que la clase patricia se hiciera construir lujosas residencias.
Los edificios conmemorativos, de gran importancia en las ciudades romanas, servían para honrar y preservar la memoria de héroes y acontecimientos importantes. Columnas y arcos triunfales decorados con hermosos bajorrelieves decoran la ciudad.
Las necesidades militares del Imperio requirieron la construcción de carreteras, puentes, embalses y acueductos militares. Es en esta zona donde la arquitectura romana cobra mayor protagonismo.
ESCULTURA
A la sociedad romana le encantaba decorar los edificios con estatuas. Los patriotas compraban obras de arte griegas o las encargaban a artistas griegos para decorar sus hogares. La clara presencia de la escultura griega en la escultura romana se debe a la estrecha relación entre ambas. Sin embargo, incluso en este campo del arte se puede sentir el espíritu romano. Una pronunciada tendencia al realismo hizo que se desarrollaran nuevos géneros de la escultura.
Los retratos y los relieves históricos fueron dos innovaciones que Roma puso en práctica. Roma adoptó las poses, pliegues y disposiciones de las escenas de la escultura griega y abandonó paulatinamente su tendencia a la idealización para introducir su gusto por el realismo.
Los rostros de los personajes son retratos reales, intentando reflejar no sólo las características físicas del héroe, sino también las psicológicas.
En el relieve se representan ceremonias religiosas o hechos militares respetando la realidad a que hacen referencia. Esto le confiere un gran valor histórico ya que permite conocer acontecimientos relacionados con personajes romanos.
PINTURA
Es más conocida que la griega gracias a los descubrimientos de Pompeya. Se trata de pintura al fresco, con la que se decoraba la fachada de los edificios públicos y las casas particulares. En general, los temas eran mitológicos, militares, etc. En ocasiones la pintura fue sustituida por el mosaico, campo en el que los romanos alcanzaron una gran perfección tanto a nivel técnico como estético.